miércoles, 15 de mayo de 2013

Nombres de sus calles

      Enviado por Miren
Los nombres de las calles no sólo sirven para orientarse. También revelan los trazos de la memoria, los símbolos de una comunidad. El mapa urbano transmite sus propios mensajes, pero también esconde datos singulares, aspectos olvidados o apuntes que dan rienda suelta al anecdotario local.
Por ejemplo, la calle más extensa de Vitoria es la Avenida del Zadorra, con nada menos que 4,1 kilómetros. Esa ya me la sabía, responderá el lector, pero la cosa se complica ante el reto de encontrar la vía más pequeña. No es Chiquita -en el Casco Viejo- ni Txikia -en Armentia-, cuyos apelativos no hacen más que despistar. Ambas son más largas que Santa Olaja de Acero y Amadís, ambas en Lakua y con idéntica longitud: 30 metros.
Si en lugar de analizar las dimensiones físicas se revisa la longitud del nombre, la cosa está mucho más clara. El rótulo de Sociedad Bascongada de Amigos del País -en El Campillo- no entra ni en la placa. Mide lo mismo que Santa María Josefa del Corazón de Jesús, que está en el polígono del Seminario. La arteria de nombre más corto es Ori, ubicada junto al centro comercial de Lakua.
Los más jóvenes quizá desconozcan que durante el franquismo los falangistas y tradicionalistas plasmaron en el espacio público los nombres de sus líderes y referentes nacionales. La actual Avenida de Gasteiz se llamó anteriormente Avenida del Generalísimo Franco. Algunos recuerdan todavía cómo antes de estrenar su actual nombre, hubo un encendido debate sobre la posibilidad de bautizarla con una referencia al 3 de Marzo. La actual calle Prado se llamó José Antonio Primo de Rivera; Florida fue Carlos VII; Francia fue conocida como Calvo Sotelo y Angulema asumió el término de División Azul, la unidad de voluntarios españoles que luchó junto a la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
La memoria también rescata el intento (fallido) del PSE de llamar Europa en 2001 al barrio de Salburua, que sin embargo sí que tiene muchas de sus arterias dedicadas a capitales del continente, como París, Varsovia, Bratislava, Budapest o Praga. Cuatro años después, el mismo partido propuso que las futuras calles de la expansión recordaran especies en peligro de extinción, como el somormujo lavanco, el quebrantahuesos, el tritón alpino o la rana pasilarga. Ambas iniciativas fueron rechazadas por el entonces alcalde, Alfonso Alonso. En Salburua ahora, además de capitales, hay premios Nobel de Literatura (Toni Morrison, Gabriela Mistral), obras de la Literarura Clásica, como el Paseo de la Ilíada y un recuerdo a vitorianos ilustres como el nacionalista Luis Álava Sautu, los socialistas Antonio Amat Maíz y Primitivo Herrero Rubio o los fusiladosTeodoro Olarte Aizpuru (republicano) e Isaac Puente Amestoy (anarquista).
Otro dato curioso es que ninguno de los últimos alcaldes han tenido reflejo en el callejero. Desde Teodoro González de Zárate (1931-36) y José Lejarreta (1941-1944) los regidores no tienen placa.
El callejero de Vitoria incluye un total de 1.088 términos. Al margen de las calles, 73 de ellas corresponden a plazas, 64 a entidades locales menores y 30 a barrios o áreas.
El nombre más largo. Hay dos con la misma extensión, nada menos que 33 letras. No caben ni en la placa. Se trata de Sociedad Bascongada de Amigos del País (en El Campillo) y de Santa María Josefa del Corazón de Jesús (en el polígono del Seminario).
El nombre más corto. Ori, en Lakua, junto al centro comercial.
El más complicado. Destacan Zurripitieta, Perretagana, Errotaurra (las tres en Júndiz), Malizhaeza (Armentia) o Henri Morton Stanley (Borinbizkarra).
La calle más larga. La Avenida del Zadorra, con 4,1 kilómetros. Supera con creces los 2,3 kilómetros de Bulevar de Salburua y los 1,5 de la Avenida de Zabalgana. La Avenida de Gasteiz tiene 1,36.
La calle más corta. En realidad hay dos y están en Lakua. Se trata de Santa Olaja de Acero y Amadís. Ambas miden 30 metros. Durante muchos años este ránking estuvo liderado por Arrieta (en El Campillo) y Nuestra Señora del Cabello (detrás de Correos), las dos con 35 metros.
El nombre más difícil. Es un asunto muy subjetivo. Si fuera por otros antecedentes, podría darse el título a la calle Mahatma Gandhi, nombre por el cuál se cambió la denominación a una arteria en Granada, bajo el argumento de que era "difícil de escribir". La vitoriana Gandhi está en Zabalgana. También en las zonas de expansión están Nadine Gordimer, Lech Walesa, Henry Morton Stanley, Carta de Aalborg y Hans Christian Andersen. En euskera, Zurrupitieta se lleva la palma, así como Perretagana, Errotaurra (las tres en Júndiz) y Malizhaeza (Armentia).
La más complicada de acertar. La plaza de la Burullería, en el Casco Viejo. Pregunten a sus amigos y vean cómo la llaman: Brullerías, Brullería, Burullerías...
Topónimos. Hay 396 referencias.
Si se quiere hacer un análisis de género: Hay 299 dedicadas a hombres y 63 a mujeres, de las que 25 son vírgenes, santas o beatas.
Nombre de pila que más se repite. José, 17 veces.
Dedicadas a santos. 31.
Dedicadas a ríos.26.
Dedicadas a castillos. 18.
Dedicadas a pintores. 15.
Dedicadas a puertos. 7.
Dedicadas a escultores. 4.
Nombres "dobles". Hay 32 referencias en las que se repite una denominación. Por ejemplo, en el caso de la calle Gasteiz y la Avenida de Gasteiz.
Nombres "triples". Existen 4 casos en el nomenclátor. Es el caso de la calle Florida, el Paseo de la Florida y el parque de La Florida.
Términos que aparecen. Las denominaciones utilizadas incluyen calles, avenidas, bulevares, caminos, cantones, carreteras, cuestas, escaleras, jardines, parques, pasajes, paseos, plazas, plazuelas y sendas.
Términos que no aparecen. No se reflejan denominaciones usuales en otras ciudades, como "arco", "callejón", "cañada", "carrera", "glorieta", "galería", "puerta", "gran vía", "ronda", "plazoleta", "travesía" o "vereda".
Una vitoriana con dos calles. Hay dos arterias dedicadas a una misma persona, aunque con denominaciones distintas. Se trata de la calle Fundadora de las Siervas de Jesús y de la calle Santa María Josefa del Corazón de Jesús.
Calles dedicadas a personas vivas. En Vitoria existen, aunque los expertos en referencias geográficas las desaconsejan. Es el caso de Martín Fiz, Maite Zúñiga y Juanito Oiarzabal.