viernes, 24 de agosto de 2012

Controversia en la Avenida


Poco tiempo ha faltado para que la presencia de operarios en el carril auxiliar de la Avenida de Gasteiz, situado en el lateral de los números pares entre Basoa y Cruz Blanca, genere un intenso debate en la zona, a pesar de que las máquinas no llegarán hasta el lunes. Los preparativos, que arrancaron el martes, finalizan hoy.
Así, la empresa Yarritu, ganadora del concurso que el Gabinete Maroto impulsó en solitario en mayo, ya se ha encargado de retirar las papeleras, las señales de tráfico y el resto del mobiliario urbano. De esta forma, los operarios han dejado vía libre a las excavadoras y las piquetas, que después del fin de semana medirán la paciencia de los vecinos. A cambio, en febrero de 2013 esos mismos residentes podrán disfrutar de aceras más amplias, un entorno menos contaminado por el tráfico y una estética 'green'. Será, en definitiva, la primera fase del Anillo Verde Interior, centrada en transformar el lateral opuesto al Palacio Europa. Mientras tanto, los comerciantes y vecinos de Gorbea, Basoa, Navarro Villoslada y Cruz Blanca manifiestan numerosas dudas sobre el proyecto, sobre todo respecto a los cambios circulatorios.
Pese a la reducción del coste de la obra, de 3,8 millones de euros a poco más de 2, lo que más preocupa a muchos sigue siendo el dinero. La crisis se nota y los ciudadanos exigen que se mire con lupa el destino de cada euro. «Con la que está cayendo, va el Ayuntamiento y se gasta una millonada en esto. La Avenida estaba muy bien así», se lamentaba ayer Fernando Careaga. Una opinión que compartían en cierta medida David y Mari Carmen: «Para la ciudad va a ser bueno y bonito, pero la verdad es que para el bolsillo, no».

«Buen cambio de imagen»
Pero eso no es, ni mucho menos, lo único que inquieta a los vecinos. «Necesitamos plazas de aparcamiento y nos las van a quitar», exclamaba Lourdes. Pero lo que inquieta a unos, entusiasma a otros. Cristina anticipaba el fin de las dobles filas en el carril de servicio que discurre junto al tranvía, que dejará paso a un pasillo peatonal. Esta vecina esperaba «que los residentes podamos acceder con nuestros vehículos» tras la reforma.
Y es que la primera fase del Anillo Verde Interior contempla la eliminación de unas 110 plazas de aparcamiento para, de esta manera, poder alargar la acera hasta los siete metros. En ese espacio se incluirá un carril de bicis y una barrera de hierbas aromáticas, además de una hilera de vegetación autóctona. La calle Navarro Villoslada también pasará a ser peatonal, algo ante lo que Lourdes Artega, que regenta el estanco, muestra su recelo. «Entiendo la obra, pero nos deberían dejar accesos de carga y descarga. De lo contrario, incluso nos puede perjudicar. Será bueno para el pintxo-pote, pero no para nosotros. Este es un local de venta rápida, necesita aparcamiento cerca».
Iratxe Saénz de Pobes, franquiciada del centro de tratamientos de belleza 'Las Termas de Ruham', temía las incomodidades que provoquen los trabajos porque «abrimos hace apenas un mes, aunque luego espero que lleguen más clientes». La peluquera Marta Ortiz se mostraba «encantada con que cambien la imagen de la Avenida y con que haya un sitio de descanso y entretenimiento».