La antigua panificadora Gorbea y su medio siglo de actividad son ya historia. Su derribo -retrasado durante meses debido a la presencia de amianto en las instalaciones, lo que obligó a desmontar el tejado a mano- ha finalizado y ya no queda ni rastro de la fábrica. Su demolición, con la que se han liberado unos 3.000 metros cuadrados de suelo, permitirá al Ayuntamiento efectuar una mejora sustancial en los accesos a la ciudad por el Este, por donde transitan en torno a 10.000 vehículos cada día.
El proyecto municipal que se ha diseñado para esa zona contempla reformar la entrada a Vitoria por Portal de Elorriaga, abrir una nueva conexión por la avenida de Bruselas y, también, cerrar de forma definitiva la rotonda que cruza ahora ambas vías. Según los cálculos del Gabinete Maroto, las obras deberán estar rematadas para «finales del verano de 2013». La intervención costará cerca de 4,9 millones de euros, que sufragará la junta de concertación del sector 12.
La operación urbanística, que llevará a cabo la compañía Azysa en coordinación con el servicio municipal de Vía Pública, arrancará en Portal de Elorriaga. La carretera pasará a tener dos carriles -de ida y vuelta- y aceras de entre cuatro y cinco metros, que quedarán separadas de los viales por bolardos. En una segunda etapa se reemplazará el puente actual sobre el río Errekaleor, junto al pueblo de Elorriaga, por otro más ancho.
La intervención continuará en el tramo de la avenida de Bruselas más próximo a Arkaiate. Allí se construirán seis carriles -tres por sentido- y también se ampliarán las aceras. Ahora no es posible desplazarse en coche por esta zona, ya que no existe carretera. Además, la panificadora ya desaparecida impedía adentrarse en la rotonda ya que ocupaba una de sus 'esquinas'.
Esta glorieta elíptica será cubierta por vegetación en su interior y en su perímetro, y la calle Nadine Gordimen se pondrá a punto.
